miércoles, 2 de diciembre de 2009

BIOGRAFÍA DE UNA MUJER IMPOSIBLE. Capítulo 13. Psicoabisal

La oscuridad no era tal, sólo era el efecto de mis ojos cerrados, el estruendo infernal que me dejaba sorda tampoco era una entidad, sólo era el ruido de mi boca cerrada, y el malestar corporal no era sino la ausencia de los contornos de mi cuerpo. ¡Habla -dijo S.F.- y se hizo la luz! ¡Escribe -dijo M.O.M.- y se hizo la vida!

sábado, 19 de septiembre de 2009

Las 2001 Noches en La Noche en Blanco. Madrid 2009

El psicoanálisis tiene una propuesta muy interesante sobre la cultura. Hay que recordar a los surrealistas, que en el siglo pasado irrumpieron con sus propuestas innovadoras sobre el arte y que marcaron decisivamente el siglo XX, desde la pintura, la poesía, la escritura y todas las artes. Está todavía en nuestras retinas el espectáculo visual de la pintura que traía Dalí, Magritte y tantos otros, así como las increíbles combinaciones de palabras, sonoridades que antes jamás habíamos escuchado.
El Grupo Cero, situado desde otra posición y, trabajando desde hace más de 30 años en Madrid, constituye todo un movimiento científico cultural con una propuesta muy innovadora.: poesía y psicoanálisis, cada una en su lugar, pero también en cada acto. Cultura sí, pero también salud.
El surrealismo y el Grupo Cero son los dos movimientos, que, después de la producción del concepto de inconsciente, producido gracias al insigne trabajo de Sigmund Freud, han utilizado en su quehacer el psicoanálisis y la poesía, o mejor dicho, han sido ellos mismos utilizados por la propia poesía y el psicoanálisis, para producir un discurso que no para de ser novedoso y que sorprende por su frescura y vitalidad en este comienzo de siglo y, (impresiona decirlo), de milenio, toda una aventura del pensamiento puesta en escena a través de las múltiples vertientes de la creación.
Y este acontecimiento se está realizando, en lengua castellana, en nuestra amada Madrid, por una Institución que lleva trabajando, tanto en la salud mental, como en el campo de la cultura: el Grupo Cero y su Director, el Dr. Miguel Oscar Menassa, médico y psicoanalista.
Menassa es clara muestra de lo que es el Grupo Cero. Además de su trabajo como médico y psicoanalista, es pintor, poeta, director de cine, guionista, escritor de canciones, editor, . .. Un hombre entregado a la poesía y al psicoanálisis, como lo testimonia su numerosa escritura y la diversidad de sus obras. En esta fecha, coincide su 69 cumpleaños con la realización de LA NOCHE EN BLANCO. Muchas Felicidades! Y que esta noche, Madrid disfrute de la cultura.

martes, 8 de septiembre de 2009

Poesía. CALLE DE LAS SIERPES. Oliverio Girondo

A D. Ramón Gómez de la Serna

Una corriente de brazos y de espaldas
nos encauza
y nos hace desembocar
bajo los abanicos,
las pipas,
los anteojos enormes
colgados en medio de la calle;
únicos testimonios de una raza
desaparecida de gigantes.

Sentados al borde de las sillas,
cual si fueran a dar un brinco
y ponerse a bailar,
los parroquianos de los cafés
aplauden la actividad del camarero,
mientras los limbiabotas les lustran los zapatos
hasta que puede leerse
el anuncio de la corrida del domingo.

Con sus caras de mascarón de proa,
el habano hace las veces de bauprés,
los hacendados penetran
en los despachos de bebidas,
a muletear los argumentos
como si entraran a matar;
y acodados en los mostradores,
que simulan barreras,
brindan a la concurrencia
el miura disecado
que asoma la cabeza en la pared.

Ceñidos en sus capas, como toreros,
los curas entran en las peluquerías
a afeitarse en cuatrocientos espejos a la vez,
y cuando salen a la calle
ya tienen una barba de tres días.

En los invernáculos
edificados por los círculos,
la pereza se da como en ninguna parte
y los socios la ingieren
con churros o con horchata,
para encallar en los sillones
sus abulias y sus laxitudes de fantoches.

Cada doscientos cuarenta y siete hombres,
trescientos doce curas
y doscientos noventa y tres soldado,
pasa una mujer.

Sevilla, abril, 1923.

lunes, 24 de agosto de 2009

Poesía. LA BONDAD. Sylvia Plath

La bondad corretea por mi casa
La Señora Bondad, ¡qué simpática es!
Las joyas azules y rojas de sus anillos humean
por las ventanas; los espejos
se llenan de sonrisas.

¿Hay algo tan real como el grito de un niño?
El chillido de los conejos será más silvestre,
pero no tiene alma.
El azúcar todo lo cura, dice la Bondad.
El azúcar es un fluido necesario,

pequeña cataplasma sus cristales
¡Oh bondad, bondad
que con dulzura recoges los pedazos!
Mis sedas japonesas, mariposas desesperadas,
pueden verse clavadas en cualquier momento, anestesiadas.

Pero ahí llegas tú con la taza de té
enguirnaldada de vapor.
El chorro de sangre es poesía:
no hay forma de cortarlo.
Tú me alcanzas dos niños, dos rosas.

Sylvia Plath (1932)

martes, 11 de agosto de 2009

Poesía. Del libro "La mujer y yo", - 37 -. Miguel Menassa

He fabricado días donde el sol
no conocía su función de amor.
Incendiaba los bosques,
secaba la piel hasta romperla,
derretía los hielos eternos,
descomponía el alba.

Creyendo entender lo que decía
intenté, esta vez, responderle.
Para triunfar en eso que hacíamos
se necesitaban, al menos, treinta años
pero nosotros dos, que éramos geniales,
queríamos producirlo cada vez
que hacíamos el amor o sonreíamos.
Y cuando gozábamos de manera especial
creíamos que a la mañana siguiente debía
estar todo hecho y a las mil maravillas,
creíamos que mientras nosotros gozábamos
como cerdos o como animales enloquecidos
o como estrellas perdidas para siempre,
miles de personas hacían nuestro trabajo.
Al otro día, al levantarnos a la mañana
y encontrarnos sin nada, sólo el goce perdido,
sólo esa música de ayer que se comió la noche,
pensábamos que el mundo no nos escuchaba,
que nuestros increíbles esfuerzos cotidianos
por hacer las cosas bien, eran inútiles.
Cuando nos quedábamos a solas,
sin saber por qué y sin motivos,
también, éramos injustos.

Cuando ella decía "me duele aquí"
la causa siempre era psíquica y banal.
Cuando yo decía "me duele aquí"
la causa siempre era mortal y quirúrgica.
Yo siempre la observo con mucha atención,
ella, a veces se cree y otras, se maldice.
Entenderla, y parece mentira, siempre,
es más complejo que poseerla.
Hay varios caminos para poseerla
pero casi ninguno para entenderla.

Cuando quiero entenderla
por el lado del corazón
ella se define por las tripas.
Cuando busco afanosamente
por el camino de su sexo
ella se define poeta o equilibrista
o líder internacional del movimiento
"LA MUJER, QUERIDO, ES MÁS QUE UN COÑO".
A veces consigo tranquilizarla
pero siempre es a causa de un poema.
Después se hace la distraída
y me habla de follar a la deriva.
Sin nombre y sin dirección, le digo por decir,
y ella arremete lúcida, encantadora:
Sin esa estúpida mirándonos,
sin aquel otro que quiere que me vaya bien,
sin mi madre muriéndose en la página
cada vez que te beso o me acaricias,
libre de tí, ¿comprendes?
libre de nuestros cuerpos.

Sórdido sonido de la noche, murmuré,
llevas razón amada, vendrán otros amores,
vendrán otros amores a generar la nada,
pero tu piel, amada, no se detendrá jamás.

Miguel Menassa (1940)

lunes, 27 de julio de 2009

Poesía. SOY UN GUARDADOR DE REBAÑOS. Alberto Caeiro

Soy un guardador de rebaños.
El rebaño es mis pensamientos
y todos mis pensamientos son sensaciones.

Pienso con los ojos y con los oídos
y con las manos y los pies
y con la nariz y la boca.
Pensar una flor es verla y olerla
y comerse una fruta es conocer su sentido.

Por eso cuando, en un día de calor,
me siento triste de disfrutarlo tanto,
y me acuesto estirado en la hierba,
y cierro los ojos calientes,
siento a todo mi cuerpo acostado en la realidad,
sé de verdad y soy feliz.

Alberto Caeiro (Fernando Pessoa. 1888)
Desde Lisboa...

viernes, 17 de julio de 2009

Poesía .QUE UN SIGLO MÁS. Norma Menassa

Sin escapar, sin escapar,
el comienzo escribe la renuncia de las ilusiones,
un encuentro que no será del todo
para que la libertad eche a volar, paloma del olvido.

El aire se movió y reordenó el pasado
con una precisión de historia.
El tiempo se rompió una vez más
haciendo cuentas,
y el siglo desmayado de ausencia
exprimió la cifra redondeada del 2000
mientras el acontecimiento se burla de mi asombro
y tambaleo una vez más en el espacio
proque no sé si es necesario preguntarme,
si partir o quedarme, ahora que la tierra
se transformó en un número.

Un siglo más, que un siglo más,
y la cadencia estalla en el cielo a medianoche
en luces de colores, en formas fugaces que se disuelven
frente a la inalterable brillantez de los astros
que en un liviano hacer me liga a la grandeza.
De ahora en más,
en este fin de siglo
el último estallido decapita el ayer,
caen dos fichas,
se pone todo en cero
pierdo el dolor
y gano una expansión inabarcable
donde existiré tal vez apenas,
ligámenes de luz que me sostienen,
sonoridades de una voz que grita al mismo tiempo,
un siglo más.
Que un siglo más.

Norma Menassa (1938)

lunes, 22 de junio de 2009

Poesía. LIMA LA HORRIBLE, 24 DE JULIO O AGOSTO DE 1949. César Moro

...Contador en un Banco, aviador, dentista, cónsul, cura, profesor de secundaria, carpintero, astónomo, caricaturista, explorador, administrador de un hotel, joyero... Supiera música, medicina, química, famacia, aritmética, botánica, lenguas antiguas o muertas, lenguas modernas o vivas, instrucción militar, filosofía, bridge, box, filatelia, relojería, historia...

Me llamara, Gertrudis Balmori, Eustaquio Rivera, Asunción Carlet, Remigio Balsa, Máximo Silva, Refugio Grados, Ramón Reyes, Roberto Villanueva, José Gálvez, Eleuterio Saldarriaga, Walter Casas, Pedro de Odar, Pablo Ayala, Alberto Alegría, Oscar Ferrecho, Arístides Rocha, Zenón del Valle, Ernesto Comar, Felipe Cossio, Cornelio Cañares, Aquiles Rendón, Eulogio Velasco, Lucinda Cavero, Herlinda Treviño, Consuelo Carpio, Rosa Argandoña, Clotilde Beleño, Genaro Caldero...

Tuviera trenes, aviones, conejos, palomas, perros, oficinas, jardines, libros, casas, papeles, perfumes, amigos, bocinas, mesas, hilos, macetas, zapatos, muletas, abrigos, corbaytas, perlas, diamantes, lechugas, anteojos...

Fuera a Francia, Andalucía, Taxco, Arequipa, Londres, Maracay, Panamá, Santiago del Estero, Honduras, Coquimbo, Chillán, Tacuba, La Paz, Popotla, Barranco, Barranquilla, Quito, Asunción, Caracas, Bogotá, Tegucigalpa, Manila...

O quisiera correr, nadar, saltar, comer, oír, llorar, viajar, perder, oler, callar, ver, saber, poder, ocultar, pensar, tejer, bailar, cazar, estornudar...

Siempre podría, querría, cabría, necesitaría, sabría, estaría, trataría, desearía...

Te diría buenas noches, buenas tardes, buenos días, cómo estás, a dónde vas, cuál es, quién es, qué, por qué, no sé, tal vez, jamás, me dices, te vas, cómo es, se fue, volvió, nació, no sabe, responde, vuelve, sube, baja...

Y lloraría, y volvería, y me vestiría, y comería, y volaría, y rodaría...

Porque es difícil viajar, llorar, comer, correr, cantar, saltar, esconder, amar, pensar, robar, bajar, penar, estar, matar, creer, oír, domar, perder, poder, pastar, pintar, viajar...

César Moro (1903)Justificar a ambos lados

jueves, 18 de junio de 2009

Poesía. Del libro "La Mujer y Yo", - 36 -. Miguel Menassa

Hoy voy a escribir un verso
donde voy a retratar
el alma mia, que enferma,
vaga sin poder parar,
buscando un alma gemela
que la pueda consolar.

Mas la mitad que le falta
nunca ha sido su mitad
por eso que al encontrar
lo que con tesón buscaba,
no se adapta, no combina,
no tiene armonía, no.

Me quedo con lo encontrado
mas nunca podré decir
que lo que encuentro, buscaba.

Por ejemplo, una noche al llegar del trabajo
ella me dijo: A mi amiga no le gusta su cuerpo,
haz el favor de amarla,
ámala, para que el mundo gane una mujer.

Y así fuimos alterando nuestra razón
porque nuestra razón era lo único alterable.
Con nuestro cuerpo hacíamos malabarismos
para ponerlo contento.
Temíamos más las respuestas de nuestro cuerpo
a nuestras acciones que el peso mismo de la ley.
Había algo dictatorial en nuestras vidas
y eso eran nuestros cuerpos.

Después vendrán los estallidos de la vida
y toda piel tocará su arrebato,
toda voz su dolor.

Es por eso que me voy a despedir,
amada, en este verso,
del mundo de las cosa y de tí.

Él ese día me hablaba con sinceridad:

Si de vivir se trata, cien años más,
hay que saberlo, amada, ni tu cuerpo
ni el mundo de las cosas dura tanto.
Sin cosas y sin cuerpo, las palabras,
las palabras sencillas serán nuestra vida.
No será necesario decir madre o amor
para sentir escalofríos.
Y un día ha de romperse el tiempo
y empezaremos a caer
mas, sin cosas y sin cuerpo,
ha de ser fácil para el viento
llevarnos, en sus propias entrañas,
alrededor de todo el universo.

Pero eso es como la muerte, le dije,
y me dejé deslizar por la pendiente
que, en realidad,
era el tobogán de nuestra infancia.

Sucia de arena y de besos, esta vez,
desperté para siempre.

Miguel Menassa (1940)

sábado, 13 de junio de 2009

LAS 2001 NOCHES EN LA FERIA DEL LIBRO DE MADRID

El sábado 13 de junio, a las 20 hs. en la Feria del Libro de Madrid, se va a festejar el número 100 de la revista de poesía LAS 2001 NOCHES. Madrid ha sido la cuna de nacimiento de esta revista que en 12 años llegó en enero de 2009 al número 100, todo un acontecimiento en la historia de las revistas de poesía en el mundo. Vicente Huidobro junto a Pablo de Rohka fundaron la revista Azul, que llegó a su tercer número. El siglo pasado fue pródigo en revistas, así el ultraísmo, la generación del 27, la generación de posguerra, produjeron diversas revistas que están en la memoria de la lengua.

Lo que implica la publicación, hacer pública, difundir la poesía es una idea en sí misma, parte de un pensamiento sobre la poesía, la creación y el quehacer poético. Y en una Escuela de Poesía y Psicoanálisis, sobre una idea de lo que es la salud mental de la población y de lo que es la formación de los psicoanalistas. Pero Las 2001 Noches es más que todo eso, más que todo lo que podamos decir de ella. Si se conoce al Grupo Cero, este movimiento científico cultural, que después del surrealismo, parte del psicoanálisis y de la poesía en todas sus producciones, se dimensionará verdaderamente lo que supone esta publicación y haber llegado a sus primeros 100 números. En el Grupo Cero se sabe, y por eso se persevera en el invento.

A partir del número 100, se puede seguir disfrutando toda ella en la red. Y ya va por el número 104.

Madrid es más culta y más civilizada desde que habita en ella Las 2001 Noches. Desde Madrid, al mundo, en lengua castellana…

Felicitaciones a todos los que con su trabajo, esfuerzo, deseo y dinero han producido este acontecimiento poético.


En directo: El sábado 13 de junio, a las 20 hs. (hora española) retransmitimos en directo la celebración del número cien de la revista de poesía "Las 2001 Noches". Desde la Feria del Libro de Madrid. Televisión Grupo Cero.

Para poder verlo hay que acceder a la siguiente dirección: www.helloworld.com/grupocero.

Una vez en la página hay que pinchar donde pone Live! (situado arriba, a la derecha de la página.

Una vez que se abre pulsar Play.

sábado, 6 de junio de 2009

ARTE POÉTICA. Vicente Huidobro

Que el verso sea como una llave
Que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
Cuanto miren los ojos creado sea,
Y el alma del oyente quede temblando.

Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
El adjetivo, cuando no da vida, mata.

Estamos en el cielo de los nervios.
El músculo cuelga,
Como recuerdo, en los museos;
Mas no por eso tenemos menos fuerza:
El rigor verdadero
Reside en la cabeza.

Por qué cantáis la rosa, ¡oh Poetas!
Hacedla florecer en el poema;
Sólo para nosotros
Viven todas las cosas bajo el Sol.

El poeta es un pequeño Dios.

Vicente Huidobro (1893)

lunes, 1 de junio de 2009

UNIÓN LIBRE. André Breton

Mi mujer con cabellera de llamaradas de leño
con pensamientos de centellas de calor
con talle de reloj de arena
mi mujer con talle de nutria entre los dientes de un tigre
mi mujer con boca de escarapela y de ramillete de estrellas de última magnitud
con dientes de huella de ratón blanco sobre la tierra blanca
con lengua de ámbar y vidrio frotados
mi mujer con lengua de hostia apuñalada
con lengua de muñeca que abre y cierra los ojos
con lengua de piedra increible
mi mujer con pestañas de palotes escritos por un niño
con cejas de borde de nido de golondrina
mi mujer con sienes de pizarra de techo de invernadero
y de cristales empañados
mi mujer con hombros de champaña
y de fuente con cabezas de delfines bajo el hielo
mi mujer con muñecas de cerillas
mi mujer con dedos de azar y de as de corazón
con dedos de heno segado
mi mujer con axilas de marta y de bellotas
de noche de San Juan
de ligustro y de nido de escalarias
con brazos de espuma de mar y de esclusa
y de combinación de trigo y de molino
mi mujer con piernas de cohete
con movimientos de relojería y de desesperación
mi mujer con pantorrillas de médula de saúco
mi mujer con pies de iniciales
con pies de manojos de llaves
con pies de pájaros en el momento de beber
mi mujer con cuello de cebada sin pulir
mi mujer con garganta de Valle de Oro
de cita en el lecho mismo del torrente
con senos nocturnos
mi mujer con senos de montículo marino
mi mujer con senos de crisol de rubíes
con senos de espectro de la rosa bajo el rocío
mi mujer con vientre de apertura de abanico de los días
con vientre de garra gigante
mi mujer con espaldas de pájaro que huye en vuelo vertical
con espalda de azogue
con espalda de luz
con nuca de canto rodado y de tiza mojada
y de caída de un vaso en el que acaban de beber
mi mujer con caderas de barquilla
mi mujer con caderas de lustro y de plumas de flecha
y de canutos de pluma de pavo real blanco
de balanza insensible
mi mujer con nalgas de greda y amianto
mi mujer con nalgas de lomo de cisne
mi mujer con nalgas de primavera
con sexo de gladiolo
mi mujer con sexo de yacimiento aurífero y de ornitorrinco
mi mujer con sexo de alga y de viejos bombones
mi mujer con sexo de espejo
mi mujer con ojos llenos de lágrimas
con ojos de panoplia violeta y de aguja imantada
mi mujer con ojos de pradera
mi mujer con ojos de agua para beber en prisión
mi mujer con ojos de bosque eternamente bajo el hacha
con ojos de nivel de agua de nivel de aire de nivel de tierra y de fuego

André Breton (1896)

martes, 26 de mayo de 2009

LA NECESIDAD. Paul Eluard

Sin grandes ceremonias en tierra
Junto a aquellos que conservan el equilibrio
En esa desventura del reposo total
Muy cerca del buen camino
En el polvo de la seriedad
Establezco conexiones entre el hombre y la mujer
Entre las pistoleras del sol y el zurrón del vagabundo
Entre las grutas encantadas y el alud
Entre las ojeras y la risa acosada
Entre la mirleta heráldica y la estrella del ajo
Entre la plomada y el rumos del viento
Entre la fuente de las hormigas y el cultivo de las frambuesas
Entre la herradura y la punta de los dedos
Entre la calcedonia y el invierno punzante
Entre las pupilas del endrino y el mimetismo comprobado
Entre la carótida y el espectro de la sal
Entre la araucaria y una cabeza de enano
Entre los rieles en los cruces y la paloma rojiza
Entre el hombre y la mujer
Entre mi soledad y tú

Paul Eluard (1895)

domingo, 24 de mayo de 2009

Poesía. CON LA LENGUA. Eduardo Mitre

Deseo escribir una loa
en honor de tu sexo:
Nido oculto entre la fronda
y las lomas de tu cuerpo.

Abro el Diccionario
de la Lengua Española.
Suavemente mis dedos
separan sus sabias hojas.

Leo, releo y tras una pausa,
transcribo al pie de la letra:
Adufa: plancha, compuerta
para cortar el paso del agua.

Corola: segundo verticilo
de las flores completas...
Brasa: carbón encendido,
rojo por total incandescencia...

Salto, chispeante, a la zeta:
Zaguán: espacio cubierto
situado dentro de una casa,
y que sirve de entrada a ella...

Eduardo Mitre (1943)

viernes, 22 de mayo de 2009

MÁS DE 50 AÑOS DE AMOR

Desde Madrid, desde el corazón de España
viajan estas palabras
este latido infinito
esta manera de vivir y amar la vida
-el trasatlántico enamorado
la algarabía toda del amor-.
Quiero agradeceros, padre y madre,
por el amor que os habéis dado,
porque cada uno fuimos hijos
de eso, de esa maravilla que es la vida
y que a través vuestro creció como una enredadera.
Lorgio, sabio y apasionado, padre mío
Isabel, enérgica, dulce y valiente, madre.
Disteis a la vida, vuestros cuatro hijos:
Paola, en la amada España
Diana, científica y trabajadora
Lorgio, como un Quijote, caminando por la vida
Amelia, abogada y madre
Los hijos de vuestros hijos: Paula, Fabiola, Carolina, Daniel,
Natalia, Laura y Alejandra.
Cada letra de sus nombres, música de la vida,
alegría siempre creciendo.
Padre y Madre
El hombre se echa a caminar…
En este mundo que es nuestro mundo…
Más que un hogar, nos formasteis con devoción
En aquello que tal vez más amabais:
Un mundo más justo, una cierta tolerancia
Un amor por la libertad, por las ganas de volar.
Y, por supuesto, el trabajo…
Nos disteis quizá lo más importante,
Vuestras propias vidas vividas,
Verlas desplegarse en este mundo que es nuestro mundo
Nuestro padre, su alegría y su buen humor, su sagaz inteligencia
La fortaleza de nuestra madre, su “no, señor, “
De todo eso bebimos, y fuimos abiertos para la vida
Para esta vida que cada uno de nosotros diariamente vivimos.
Y el amor siempre traspasa fronteras, por eso que
Vuestro amor siempre fue más que a vosotros dos,
Vuestro amor se extendió como las semillas que las lleva el viento
A otras tierras, a otras extensiones.
Beso ardientemente la vida y en ese beso os amo.

Madrid, 16 de mayo de 2009

Paola Duchên (1960)

jueves, 21 de mayo de 2009

[VIVEN EN NOSOTROS INNÚMEROS]. Fernando Pessoa

Viven en nosotros innúmeros;
Si pienso o siento, ignoro
Quien es que piensa o siente.
Soy tan sólo el lugar
Donde se siente o piensa.

Tengo más almas que una.
Hay más yos que yo mismo.
No obstante, existo.
Indiferente a todos.
Los hago callar: yo hablo.

Los impulsos cruzados
De cuanto siento o no siento
Disputan en quien soy.
Los ignoro. Nada dictan
A quien me sé: yo escribo.

Fernando Pessoa (1888)

martes, 19 de mayo de 2009

Poesía. Del libro "La Mujer y Yo", - 12 -. Miguel Menassa

Destierro de mi vida el llanto,
lastimero, por lo que no tendré.
Observo con inteligencia varonil
lo que ya nunca habrá y no lloro,
no maldigo haber nacido hombre
ni que hayan existido antes de nacer
las veredas, el canto, el sexo abierto,
la locura, las calles alumbradas,
el terraplen, los pájaros cayendo.
Que hubo antes de mí, hermosas mujeres
que amaron a otros hombres, tuvieron otra piel.

Acepto sin rencor provenir del polvo
en todos los sentidos, tierra y amor,
sexo y delirio, todo polvo del polvo.

Quevedo aquí, Vallejo a mi costado,
Machado doliéndose del camino hecho
y tú y yo y el mundo, amada, que nos traga,
si no dejamos de llorar no veremos el sol.
Así, le dije, que lo decido hoy mismo,
aquí contigo en nuestra propia casa:
Los muertos no existen, ya están muertos
no sé porqué, dolidos, seguir llorándolos.
Y la vida, exactamente, plena no existe,
¿para qué seguir ambicionando eso?

Sin sufrir por lo que ya no se ambiciona,
sin llorar ni a los idos ni a los muertos,
comenzaremos a escribir un nuevo verso
y ese verso, clave del tiempo atravesada
por la pequeña alegría personal
de sentirnos felices sin nada que llorar,
morirá para siempre la pobreza,
el mal querer, la angustia por el sexo
pero nunca habrá ni paz, ni libertad
y seremos bellos, altos, bien alimentados
y nos pasaremos siempre haciendo la guerra
contra los feos, bajitos, mal alimentados...

A ver, mi amor,
me dijo ella al borde del enfado,
un verso llano, posible, cerca de la tierra
sobre el que se pueda caminar sin sobresaltos.
Un verso que nos diga la verdad de la vida,
que nos hable con claridad del dolor,
de la pequeña esclavitud de las mujeres,
un verso, querido, que haga la guerra
y que lave los platos con nosotras.
A ver, querido, un verso, que me libere de tí
quiero verte decir, sereno, en algún verso
que tu amor podrá sostener mi libertad.

Abre la celda donde me custodias,
libérate en un verso, vuela fuera de tí.
Mirad, mujeres, mi hombre se arrodilla
al paso, inquietante de la bella.
Escribe, amor, en un poema, que tu amor
ilimitado y eterno, terco e infinito,
es capaz de alegrarse con mi partida
y esperar que yo crezca para amarme.
A ver, querido, escribe en un poema...

Compulsado por ella intenté decirle la verdad:
Fumo y escribo desde los doce años,
cuando me dejan solo me masturbo
y estoy contento siempre sin saber porqué
y a tí te amo porque sí, sin apenas motivos.
Por eso, ahora, quiero extenderme
en un verso sencillo, en plena tierra,
en el centro mismo del asfalto
para poder amarte sin murallas
y entregarme fatal a tu ceguera
y dejar escrito en algun verso:
Amo su libertad, amada señora
y más que eso,
la pienso todo el día en libertad
y nunca pude comprender porqué
te quedabas, sumisa, a mi lado
esperando que yo consiguiera
alguna libertad y te la regalara.

Después, llegué a pensar que nome amabas
que estabas a mi lado porque mi belleza
mi manera de entregar mi cuerpo al amor
te defendían de Dios y un poco de tu madre.
Y, luego, algunos sucesos sin mayor importancia
siempre necesitabas un dinero que nunca tenías.
Eras terca y celosa de la manera más sencilla,
"no quiero, no quiero, no quiero y no me importa"
y te abrías de piernas y cerrabas tu corazón
y yo, no te comprendía, pero te amaba,
te amaba con fervor, sensible a tus palabras
siempre te hice creer que te deseaba.
Que era yo el que quería esto o aquello,
trabajé duramente hasta conseguir
construir en el mundo tus ambiciones
pero te hacía creer que mías eran tus ideas.

Ella me interrumpió convulsionada para decir:
Es verdad que hay cosas que Dios no me permite
y de preferir
preferiría que mi madre viva para siempre
y, también, es verdad, que ciertas tardes
se hicieron algo más claras con tu dinero
pero yo, mi querido, quiero dejar claro
que no soy ni terca ni envidiosa y
me gustaría recordarte sin malas intenciones
que la primera escena de celos me las hiciste tú.

Y desear, mi amor, ¿quién entiende el desear?
Tú me deseas, me deseas, así quieres que crea
pero sólo me besas cuando siento ese ardor,
cuando mis labios se incendian de locura.
Tú me deseas, tú me deseas, así lo dices
y yo ni puedo, siquiera, tolerar la ternura,
pero cuando yo transcurro indiferente,
a tus caricias, a tus besos ardientes,
sin pronunciar gemidos ni palabras,
enloqueces, de sentirte impotente
y cuando consigo pensar en otra mujer,
el deseo, mi deseo por ella corroe tus entrañas
y como un niño gozas y juegas como un niño,
y como un niño sólo vives por mi deseo.

No quise responderle, mas le dije:
Mi madre vive en ultratumba,
en un paraje, por mí, desconocido
y niño soy y seré siempre, mas no alcanza
y en cuanto al goce te diré: estás en lo cierto,
un hombre sólo goza si ella lo desea
y cuando ella se equivoca y desea con fuerza
que él vuelva del mundo derrotado y triste
el hombre vuelve a casa triste y derrotado
y ella, entonces, alcanza el cenit de la magia
resucita al moribundo y le concede un sueño:
Sueña que eres feliz, querido, que nunca te engañé,
que siempre fuiste sincero de tu parte, verdadero.

Miguel Menassa (1940)

lunes, 18 de mayo de 2009

EL QUE NO CANTA. Mario Benedetti

Cómo me gustaría
cantar pero no canto
prefiero darles letras a juglares
y si ellos las entonan me parece
que mis estrofas se visten de lujo

mis versos solos son algo raquíticos
reclaman trinos para hacerse fuertes
y piden voces que los enriquezcan/
a uno las letras le salen de adentro
y vienen hechas con sangre y sudor
pero la música espera en el aire
y elige elverso que más le conviene

cómo me gustaría
cantar pero no canto
por respeto a mí mismo y a los otros
a veces canto en sueño / sin pudores
versos de casi clásicos / o sea
de Darío y Machado / de Vallejo
pero ellos ya no pueden molestarse
porque en el purgatorio no hay audífonos

cómo me gustaría
cantar bajo la ducha
ah pero los vecinos más sensibles
elevarían un duro reclamo
contra ruidos molestos

esta canción de los que no cantamos
andará un tiempo huérfana de música
esperando / y ojalá que con éxito
que un viejo bandoneón o una guitarra
sobre todo una voz comunicante
la rescaten del pálido silencio
y le den vida de una vez por todas

Mario Benedetti (1920)

sábado, 16 de mayo de 2009

MI VOZ. Vicente Aleixandre

He nacido una noche de verano
entre dos pausas Háblame te escucho
He nacido Si vieras qué agonía
representa la luna sin esfuerzo
He nacido Tu nombre era la dicha
Bajo un fulgor una esperanza un ave
Llegar llegar El mar era un latido
el hueco de una mano una medalla tibia
Entonces son posibles ya las luces las caricias la piel el horizonte
ese decir palabras sin sentido
que ruedan como oídos caracoles
como un lóbulo abierto que amanece
(escucha escucha) entre la luz pisada

Vicente Aleixandre (1898)